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Argentina, Marcha y festival de rock para que bajen los alquileres

Argentina, Marcha y festival de rock para que bajen los alquileres

Que bajen los alquileres en La Plata

Con una ingeniosa movilización por las veredas de la ciudad y un festival de rock frente al Rectorado, un grupo de estudiantes universitarios autoconvocados reclamó, a los cuatro vientos, que baje el precio de los alquileres en La Plata, al tiempo que pidieron que se flexibilicen las condiciones para ingresar a una vivienda. A través de un petitorio, solicitaron la intervención de la Universidad Nacional de La Plata.

Con caretas de Don Ramón –el legendario personaje de El Chavo del 8, quien huía del Señor Barriga para no pagar la renta–, los jóvenes le pusieron color al pedido de piedad a las inmobiliarias, para que contemplen la situación del estudiantado. La incidencia de la paga de un alquiler en el costo de vida de un joven del interior es enorme, más si se suman los costos en concepto de expensas y servicios básicos. “Cuando en 2007 me mudé con dos amigos a una casa en la zona de Meridiano V, de cuatro habitaciones, pagábamos 750 pesos de alquiler por mes. En 2009 ya pagábamos 950. Este año nos mudamos a una casa en 1 y 36, de tres dormitorios, y pagamos 1.300, y ya sabemos que el año próximo nos va a salir $1.500, porque así se anticipó en el contrato”. Quien cuenta su experiencia es Exequiel Cáceres (25), estudiante de Periodismo oriundo de la localidad bonaernse de Monte Hermoso.

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Mani, que bajen los alquileres en La Plata

Julieta Thomas, de 24 años, sintetiza: “Puedo alquilar en La Plata porque me bancan mis viejos. Trabajo como ayudante en la facultad de Ciencias Exactas, pero no me alcanza”. Julieta es de Necochea y cursa la carrera de Medicina. Se queja por las condiciones que imponen las inmobiliarias a la hora de la firma de un contrato. “Ahora se renuevan cada un año, no como antes, que era cada dos. Eso encarece mucho, porque todos los años tenés que poner mucha plata. Además –continúa–, te exigen dos garantías. Yo podía ofrecer dos de mis papás, pero me aceptaban sólo una, entonces, tuvimos que molestar a amigos de mis viejos para que salgan de garantes”.  Julieta alquila con dos chicas más un departamento céntrico de 3 habitaciones, por el que pagan 1.900 pesos mensuales, más 350 ó 450 pesos en conceptos de expensas, según el mes. “Hace 4 años, pagaba 900 pesos”, recuerda y se lamenta.

Matías D’annunzio, de 22 años, es oriundo de Benito Juárez, provincia de Buenos Aires. Es estudiante de Periodismo. En 2007 aterrizó en una pensión por cuya habitación pagaba 410 pesos. Ese mismo año se mudó con un amigo a un departamento por el que pagaban 800 pesos. Este año, por otro de dos dormitorios, pagan 1.800. “Al ser del interior, no me aceptaban la garantía de mi pueblo, sino que me exigían que sea de La Plata y mis viejos no tienen propiedades en La Plata. Sé, por otros amigos, que en otras inmobiliarias aceptan garantías del interior”, señaló Matías. “Yo tengo la suerte de que me banquen mis viejos –reflexiona el estudiante–, pero la verdad es que tanto dinero destinado al alquiler te limita en un montón de otras cosas. Yo por mi carrera, tengo que tener sí o sí Internet, y sumado los servicios, es un montón de plata”.

Lucía Iparraguirre tiene 24 años, estudia en la facultad de Ciencias Económicas y es de Necochea. Vive con su hermana Ángeles, de 20, estudiante de Bellas Artes. Habitan un departamento en 9 y 60 que, a juzgar por las jóvenes, es chico. En diciembre de 2010 pagaban $1.100 pesos por mes. Actualmente, ocho meses después, 1.500. Lucía advierte que la escalada de precios no se traduce en calidad de los departamentos o en confort. “Son chicos, con paredes que parecen de cartón”, describe.

Muchos de los jóvenes, como Ezequiel o Julieta, deben trabajar para solventar sus gastos, muchas veces a costa de cursadas o exámenes. Además, los elevados costos para alquilar una vivienda en la ciudad es una de las causas por la que muchos estudiantes se ven obligados a abandonar sus estudios.

GARANTES. El grupo, que se autodenomina igual que el reclamo que pregonan (“Que bajen los alquileres en La Plata”), reunieron firmas y presentaron un petitorio a las autoridades de la Universidad para solicitar su intervención.

“Vamos a proponer que la UNLP pueda salir de garante para los estudiantes a la hora de alquilar una vivienda, y que se constituya un área de Alquileres y Asuntos Estudiantiles”, indicaron los chicos, quienes ayer a la tardecita disfrutaban al ritmo del rock platense, al lado de una parrilla de choripanes a punto de servir.

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