El desalojo, el otro drama de la Zona Cero de Nueva York
Los habitantes más pobres de la zona en la cual hasta el 2001 se levantaron las Torres Gemelas temen perder sus viviendas. Ahí se construirán edificios de lujo.
Olga Imbaquingo. Corresponsal en Nueva York
El dinero manda a la hora de volver a dar forma y levantar la construcción de la Zona Cero, donde hasta la mañana del 11 de septiembre del 2001 se levantaban las desaparecidas Torres Gemelas.
Una intrincada batalla con muchos actores y alejada del anhelo inicial de rendir un homenaje a los muertos y a la libertad es lo que ha hecho rediseñar el proyecto incontables veces. Mientras tanto, alrededor de esa zona es evidente otra realidad.
Al principio la psicosis hizo que muchas empresas de Wall Street y propietarios de departamentos se fueran de la zona. Eso, sin embargo, ya es historia porque ahora nadie habla de miedo ni se tiene la intención de irse del lugar.
“Todos querían irse. Igual yo. La ciudad nos ofreció USD 3 000 para retenernos, yo tome ese dinero y me quedé, pero ahora nos ofrecen USD 300 para que nos vayamos porque quieren construir complejos solo para millonarios”, dice Wuilda Vera.
Ella es una residente puertorriqueña que vive alrededor de 20 años en Rutgers House Condominium. Desde las ventanas de su estudio vio cómo se desplomaban las torres. Lo cuenta como si eso hubiera ocurrido ayer. Todavía sueña con eso, pero esa pesadilla ya ha sido reemplazada por otra: el miedo a ser desplazada del lugar donde vive.
“Esto se ha convertido en una terrible consecuencia de los atentados”, dice Stanley Mark, representante legal del Fondo Asiático-Americano de Educación, para quien “la reubicación es una realidad y los más afectados son quienes no pueden pagar rentas altas.
Según su opinión, el bajo Manhattan no solo es una zona de ricos. “Aquí viven muchos pobres, sobre todo chinos y latinos, quienes probablemente serán empujados a abandonar estos barrios para dar paso a edificios de oficinas, hoteles y condominios de lujo. Esa es la psicosis de ahora, además de la salud y el desempleo”.
En el momento, por ejemplo, hay 33 hoteles de lujo, unos listos y otros en proceso de construcción. “La inversión en el sur de la zona en la industria de hotelería que se ha convertido en la más dinámica y de deseable ubicación”, dijo a la prensa Eric Deutsch, presidente de Alliance for Downtown New York.
La propuesta de rezonificación ya existe e incluye a 111 bloques que abarcan Chinatown y el bajo Manhattan y el plan será aprobado en cuatro meses. De allí el temor de los vecinos, quienes reclaman que nadie los tomó en cuenta para el diseño del proyecto, en una zona donde el metro cuadrado de construcción está en un promedio de USD 20 000.
Edith Hsu-Chen, comisionada de Planificación de la ciudad, no acepta estas críticas y asegura que todo el mundo fue invitado para que dé sus puntos y haga aportes.
“Chinatown y el bajo Manhattan no están en venta”, dicen los ciudadanos, pero tienen la sensación de que pudieran perder la batalla, debido a las altas inversiones que se hacen en la zona: “Obama y McCain, nosotros también existimos”, dicen los moradores.
“Es el plan racista del Alcalde, que quiere sacar a la gente negra”, dice Adolfo López, uno de los organizadores de la comunidad. “La mejor estrategia que se han inventado es tratar de dividirnos a los latinos y a los chinos, pero los dos grupos ya estamos trabajando juntos y tenemos más de 10 000 firmas de vecinos de la zona que se oponen a la reubicación”.
“El capital está corriendo a pasos agigantados y cuando nos despertemos ya estaremos en la calle”, agrega Wuilda Vera.
Quito, Ecuador, 10 de septiembre del 2008
elcomercio.com
Focus
Según la moradora
Mercedes Esquerete, “en el condominio donde vivo hace 30 años hay decenas de departamentos vacío, los negocios pequeños han sido desplazados, se cerró el club de los muchachos y el edificio no se volverá a abrir, el parque de enfrente ya está privatizado".