Jornadas Mundiales Cero Desalojos 2009
Con motivo del Día Mundial del Hábitat 2009 celebrado por ONU-Habitat bajo el lema « Planificar nuestro porvenir urbano », la Alianza Internacional de Habitantes, red mundial por el derecho a la vivienda sin fronteras, ha difundido un comunicado muy crítico que lanza las Jornadas Mundiales Cero Desalojos en apoyo a las resistencias y alternativas para las ciudades solidarias, base concreta de un nuevo Pacto Social Urbano. En el centro, la reivindicación de la suspensión mundial de los desalojos, la financiación de la vivienda y del hábitat en el marco de un « New Deal Verde » para, por lo menos, un millón de personas. Este acuerdo se basa sobre todo en la inversión de una parte importante de la ayuda al desarrollo y en la anulación de la deuda externa, transformada en Fondos Populares para el suelo y la vivienda. Se trata del efecto concreto de los acuerdos tomados por todas las redes internacionales por el derecho a la vivienda y a la ciudad durante el Foro Social Mundial 2009, nueva etapa del proceso unitario de construcción de la Asamblea Mundial de Habitantes prevista para el 2011.
El último año ha estado marcado por nuevos incidentes de violencia masiva que amplifican los efectos nefastos de las respuestas neoliberales a la crisis global: decenas de millones de personas son expulsadas de sus viviendas sin razón ni alternativa porque les resulta imposible pagar los gastos, víctimas de la competencia neoliberal de las ciudades rentables, de los mega proyectos, de las guerras que destruyen el tejido social y medioambiental, de las exclusiones racistas y sexistas, de las especulaciones y las corrupciones territoriales e inmobiliarias y de las catástrofes naturales. Nos acercamos rápidamente a los casi dos millones de personas sin techo o que viven en malas condiciones que se habían previsto para 2011, lo cual ilustra el fracaso del Objetivo del Milenio nº7-11.
Nosotros denunciamos la ilegalidad de los desalojos y los ataques contra el derecho a la vivienda, porque violan el artículo 11 del Pacto Internacional sobre los Derechos Sociales, Económicos y Culturales ratificado por más de 70 países (desarrollados y pobres sin distinción) donde esta práctica inhumana ha vuelto a llevarse a cabo en el último año.
Nosotros acogemos la elección de ONU-Habitat de reconsiderar la confianza acordada a las políticas neoliberales, con la única condición de que considere la planificación como un útil de participación que involucre completamente a los habitantes organizados, y no como la delegación de las decisiones de urbanismo a los gabinetes de profesionales sometidos a los mercados. La coherencia obligaría a ONU-Habitat a renunciar al Pacto Mundial propuesto a un sector privado que propicia la destrucción de las viviendas desocupadas y de los barrios no rentables para hacer resurgir los precios del mercado inmobiliario. En su opinión, se trata de reforzar herramientas tales como la figura del Reportero Especial sobre el derecho a la vivienda, el Comité Consultivo sobre los desalojos (AGFE) y el protocolo adicional del PIDESC.
Nosotros mantendremos la legitimidad y la legalidad de todas la iniciativas heroicas de resistencia, de lucha y de alternativa de las comunidades y de las organziaciones de habitantes, de inquilinos y de los sin techo para impedir los desalojos y reivindicar el pleno respeto del derecho a la vivienda. Así apoyaremos el valor de los alcaldes progresistas que declaran sus territorios « libres de desalojos » mediante actos administrativos legítimos y respetuosos con la legalidad y que desarrollan políticas públicas y participativas de urbanismo y vivienda.
En definitiva, apreciamos el compromiso creciente de las redes internacionales y de los organismos de defensa de los derechos humanos sobre el terreno y subrayamos la necesidad primordial de unificar este frente, dejando atrás una cierta dispersión y falta de coordinación.
Por estos motivos y tras los compromisos unitarios tomados después del FSM 2009, lanzamos las Jornadas Mundiales Cero Desalojos con decenas de iniciativas en todos los continentes durante todo el mes de octubre invitando a todas las entidades implicadas a la construcción de un nuevo Pacto social Urbano fundado en el respeto a los derechos humanos y al ritmo y las exigencias de los habitantes, así como en el desarrollo de políticas públicas alternativas para detener la crisis y la invasión del sector por el mercado.
Un Pacto solidario entre organizaciones de habitantes, poderes públicos y profesionales del sector en el que se pongan de acuerdo sobre el control público y participen en la construcción y la gestión de las ciudades integradoras y sostenibles, en condiciones para federar el siguiente Llamamiento al G-20: construyamos desde ahora un Pacto Social Mundial para un Habitat justo y sostenible.
- Una moratoria mundial inmediata sobre las expulsiones forzadas por embargo o impago de alquiler con motivo de proyectos de urbanismo y mega proyectos, de ocuparción extranjera o sobre la base de la discriminación racial y sexista;
- La inclusión de la financiación de la vivienda y del alojamiento en el marco de un « New Deal Verde » para mejorar las condiciones de vida, por lo menos, de un millón de personas que viven en la inseguridad y bajo condiciones de alojamiento inhumanas e indecentes;
- La inversión de una parte importante de la ayuda al desarrollo en las viviendas sociales y las cooperativas de alojamiento, sobre todo a través de la transformación de una parte de las deudas externas en Fondos Populares para el suelo y la vivienda.
Mobilizaciones y luchas entonces, en una nueva etapa del proceso unitario de construcción de la Asamblea Mundial de Habitantes prevista con motivo del FSM 2011 en Dakar. Porque es la única oportunidad de intentar enderezar el destino de los habitantes es reforzando su estatus, creando así las concidiones culturales, sociales, políticas y económicas para que puedan ser los fundadores de las ciudades del futuro.
Octubre de 2009
Mundo : doce meses de inseguriad y de violaciones del derecho a la vivienda
¿Es necesario recordar los dos millones de hogares que pueden perder su vivienda por la crisis inmobiliaria en Estados Unidos, las últimas 150.000 personas desalojadas a punta de bulldozer
en Port Harcourt a pesar de la demanda urgente de moratoria de ONU Habitat; las decenas de miles de expulsiones racistas de gitanos en Italia; las demoliciones de las viviendas sociales en Francia o de los barrios populares, como Sulukulé, en Estambul; la destrucción de los viejos barrios chinos; el impacto explosivo del Campeonato del mundo de fútbol en los asentamientos humanos en Suráfrica y en Brasil; los ataques y las expulsiones de los pueblos originarios de tierras comunales en Argentina y Méjico; la presión de los proyectos inmobiliarios en Camboya; las demoliciones de viviendas en los territorios ocupados en Palestina…
Cifras sangrantes a las que hay que añadir los datos récord de más de 36 millones de expulsados tras las catástrofes naturales, de las que una parte creciente se debe al cambio climático. Sin olvidar los 4,6 millones de nuevos desplazados por los conflictos que se añaden a los 42 millones de personas a las que se les impide entrar en su casa por las guerras.
Así pues, los 1,7 millones de sin techo y mal alojados previstos de aquí al año 2020 se acercan rápidamente ilustrando el fracaso del Objetivo del Milenio nº7-11.
Se trata de cifras que gritan el sufrimiento de cientos de millones de personas, frutos envenenados de la confianza que se puso en el sistema neoliberal que, al dejar hacer a inversores sin escrúpulos, provoca el éxodo rural, la explosión urbana y la exclusión de los habitantes de la construcción de ciudades.
Véase :
Campaña Cero Desalojos
Alerta Cero Desalojos: fichas
Special Rapporteur on adequate housing of UN
Advisory Group on Forced Evictions (AGFE) to the Executive Director of UN-HABITAT
Internal Displacement Monitoring Centre