AIH: Financiamiento para tierra y vivienda
Entre el 2007 y el 2010, la AIH desarrolla un proceso de reflexión colectiva sobre la ciudad y la vivienda en la región AL/C, se realiza un análisis general de las políticas de vivienda en Perú y República Dominicana; se proponen lineamientos para implementar Fondos Populares de Suelo y Vivienda; y se inicia un proceso de discusión amplia. Este artículo presenta una síntesis de estos avances.
Uno de los problemas sociales más agudos en América Latina y el Caribe es el problema de la tierra y la vivienda, que reviste hoy nuevas características que deben ser tomadas en cuenta al momento de analizar las posibles soluciones.
Entre el 2007 y el 2010, la AIH desarrolla un proceso de reflexión colectiva sobre la ciudad y la vivienda en la región AL/C, se realiza un análisis general de las políticas de vivienda en Perú y República Dominicana; se proponen lineamientos para implementar Fondos Populares de Suelo y Vivienda; y se inicia un proceso de discusión amplia. Este artículo presenta una síntesis de estos avances.
Principios orientadores de políticas públicas de tierra y vivienda:
* Naturaleza pluri – dimensional de la vivienda, que implica entender la complejidad que encierra su solución, pero también las oportunidades que ofrece para avanzar en esta dirección, lo que a veces no merece la debida atención del sector público. No existe una sino diversas vías para afrontar con éxito el problema. Por ello se debe ser flexible en el análisis; la vivienda no es sólo y exclusivamente como un bien de cambio, constituye también una inversión indispensable para el desarrollo de una nación.
* La vivienda, un derecho humano que todos los seres humanos requieren; un lugar donde desarrollarse con su familia, que les brinde abrigo, seguridad, que sea saludable, que les de pertenencia.
* La vivienda, un problema diverso, en el caso peruano el Comité de Campaña por una Vivienda Digna ha diseñado una tipología para graficar esta situación: Viviendas asentadas en zonas de riesgo; poblaciones afectadas por la minería; barrios en peligro de desalojo debido a la ejecución de grandes proyectos viales o de equipamiento; viviendas tugurizadas; vivienda rural; localizaciones asentadas o reasentadas en los extramuros de la ciudad. Cada una requiere una atención particular. La esfera de lo local y de lo regional cumple un papel fundamental por el conocimiento concreto de la realidad y la posibilidad de una gestión apropiada en la solución a tales situaciones.
* La importancia de la producción social del hábitat, como dinámica real de construcción de la ciudad latinoamericana que se asienta básicamente en la construcción paso a paso en diversas modalidades y métodos, que encierran procesos productivos que movilizan importantes recursos económicos y que involucran a pobladores, sus familias, sus ahorros y su entorno.
* Necesidad de políticas públicas centradas en el interés de la gente, es esencial diseñar instrumentos que permitan atacar la mala calidad de la vivienda, proponiendo soluciones que tengan como objetivo consolidar las agrupaciones de comunidades de habitantes vinculadas por principios compartidos y un proyecto común de vivienda y diseño urbano. Las herramientas técnicas a poner en marcha deben partir de la consideración de que la vivienda es un derecho y que los habitantes son los constructores de las ciudades.
Cinco líneas prioritarias y de enfoque de las Políticas Alternativas y el Fondo de la Tierra y la Vivienda:
1. Déficit cualitativo, implica trabajar sobre un número significativo de viviendas ya asentadas que deben ser construidas o reconstruidas y/ o consolidadas prácticamente desde sus cimientos, comprendiendo acciones de regularización de la propiedad, habilitación urbana, mejoramiento barrial y desarrollo de procesos de construcción progresiva. Contempla también la necesidad de levantar viviendas nuevas que carecen de suelo para el déficit cuantitativo real.
2. Déficit cuantitativo, implica planificar las necesidades proyectadas de crecimiento anual en cada territorio, lo que implica contar con una reserva de suelo y poner en marcha de un sistema constructivo local adecuado. Se debe prever el proceso de urbanización previo a la ocupación en magnitud y a costos que permitan constituirse en una alternativa real a las ocupaciones informales de terrenos no habilitados. Esto incluye cubrir el déficit cuantitativo acumulado.
3. Renovación, remodelación urbanas de las viviendas localizadas en el casco antiguo de muchas ciudades de AL/C, con alto grado de hacinamiento, tugurización, y vulnerabilidad, debido a su antigüedad y falta de mantenimiento, exponiendo la vida y la salud de sus habitantes.Cada país debe contar con un plan de prevención que considere la relocalización de viviendas cuando ello sea absolutamente necesario.
4. Viviendas en riesgo, a fin de prever pérdidas humanas y económicas como producto de eventos naturales o antrópicos algunas viviendas deberán ser relocalizadas a zonas seguras en terrenos adecuados, en el mejor de los casos al interior de la misma localidad de origen.
5. Vivienda rural, que permanece en una situación precaria expuesta a los eventos de la naturaleza que se agudizan día a día como producto del cambio climático.
Estrategia para una propuesta de financiamiento con recursos públicos para tierra y vivienda en AL/C:
Contextualizar el problema de la vivienda, puesto que la realidad en cada país varía, a veces significativamente.
Apoyar las iniciativas en curso, y crear las condiciones favorables para que estas iniciativas tengan el éxito esperado. Existen importantes experiencias que encierran un amplio bagaje de conocimientos, que han demostrado su viabilidad, y deben ser tomadas en cuenta.
Territorializar las soluciones, siendo el problema de la vivienda diverso, debe ser abordado de acuerdo a la realidad concreta de cada localidad. Cada unidad administrativa local debe contar con un plan municipal de vivienda que contemple, entre otros aspectos, la mejora de las viviendas asentadas en malas condiciones, el déficit cuantitativo y la demanda anual proyectada, las necesidades de reubicación de familias en riesgo, el mejoramiento urbanístico del barrio y la legalización de la propiedad cuando ello sea necesario. Esta labor requiere de instrumentos municipales como: un banco de tierras que evite la especulación con el precio del suelo urbano; una legislación para procesos de planificación y desarrollo urbano distrital; equipos de apoyo técnico, urbanístico y legal que asesore a la población sobre el terreno; fondo económico que permita llevar a cabo adecuadamente esta tarea.
Priorizar las áreas de pobreza urbana: delimitarlas a partir de indicadores adecuados, identificar los problemas de vivienda; identificar las oportunidades de programas proyectos e inversión para el mejoramiento del hábitat y la vivienda, haciendo dialogar estos planes locales de vivienda con los programas generales de desarrollo social.
Dar sostenibilidad a los programas: a) implementar los programas anuales de vivienda que impidan que el déficit se acumule; b) avanzar en la perspectiva de superar la pobreza y la inequidad en la distribución del ingreso; c) otorgar a los programas un sostén institucional permanente.
Garantizar los recursos necesarios: Redefinir en los presupuestos estatales la distribución sectorial como el importe al servicio de deuda externa (Canje de Deuda) y compra de armamento; precisar los montos requeridos para responder al déficit (ver Anexo abajo). Todos estos recursos deben concentrarse en Fondos Intangibles para Tierra y Vivienda Popular, que serán reasignados a cada localidad vía gobiernos locales, en función de sus necesidades específicas, expresadas en los “Planes de Acción Local”. Considerar la utilización de otros recursos como las remesas del exterior. Beneficiar -por ejemplo- con concesiones de suelos, exenciones fiscales, a las cooperativas de propiedad colectiva que ofrecen el servicio de vivienda como cimiento para construir las comunidades de los habitantes. Contabilizar la auto-construcción para efectos de pensión.
Implementar los planes de acción local para garantizar el hábitat saludable y la vivienda adecuada en las localidades y ciudades, proyectándose en el tiempo a fin de prever las situaciones futuras y planificar su atención prioritaria Por su naturaleza son planes participativos y concertados que involucran en su diseño y ejecución al conjunto de las fuerzas vivas de la localidad, a los sectores público (local, regional y nacional), privado y comunal.
ANEXO: Demanda Real y Recursos Necesarios
Línea Prioritaria Déficit Cualitativo: Partiendo de un déficit regional de 52 millones de viviendas; el déficit cuantitativo que se acumula año a año en nuestra región pasa a incrementar rápidamente el déficit cualitativo de vivienda. De allí que en realidad sólo una proporción relativamente pequeña de la población es efectivamente “sin techo”. De acuerdo al estudio de AIH, por lo menos un 70 % del déficit acumulado es déficit cualitativo, estamos hablando de unas 36.4 millones de viviendas. Afrontar esta situación de acuerdo con los costos explorados por AIH, asumiendo que un 60 % (21.840 millones) son viviendas más o menos consolidadas que requieren una cifra referencial de 5 mil dólares, para financiar su mejoramiento; y que 40% (14.600 millones) de las viviendas están en una fase inicial que requieren mayor financiamiento, referencialmente 10 mil dólares; y que todas las viviendas tienen posesión efectiva del terreno; la inversión total requerida para atender la población que corresponde al déficit cualitativo equivaldría a unos US$ 255 mil millones (ver cuadro Nº 1).
Cuadro Nº 1:
Inversión requerida por mes y por familia para mejorar sus condiciones de vivienda
Fuente: Elaboración propia
Hipótesis de Subsidio: ensayando una primera hipótesis de subsidio -para el caso del déficit cualitativo- del orden del 40%, estaríamos hablando de un requerimiento anual de subsidio de US$2,730 millones al año durante 20 años. En ese caso, cada familia pagaría US$12.6 al mes durante 20 años. Del mismo modo para el caso b) si propusiéramos un subsidio del 60% se tendría un requerimiento anual de subsidio de US$4,380 millones al año durante 20 años. En este otro caso, cada familia pagaría US$16.8 al mes durante 20 años. Ambos componentes supondrían un subsidio del orden de los siete mil millones de dólares anuales por 20 años (ver cuadro Nº 2).
Cuadro Nº 2: Financiamiento incluye subsidio y aporte de cada familia
Fuente: Elaboración propia
Línea Prioritaria Déficit Cuantitativo, que incluye las demandas proyectadas de vivienda y suelo por el crecimiento anual en cada territorio; y el déficit cuantitativoacumulado. El costo de construcción del déficit cuantitativo acumulado equivalente a 15.60 millones de viviendas a un costo de US$11,500 (costo unitario vivienda + suelo) requiere una inversión de 179,400.00 millones de US$. A este monto hay que agregarle el costo de la construcción de 1.5 millones de unidades anuales que hoy no están siendo consideradas por los programas de vivienda, considerando US$11,500 por solución habitacional estamos hablando de unos 17,250.00 millones de US$ por año. Es decir, a razón de US$48/mes/ familia durante 20 años (cuadro Nº 3).
Cuadro Nº 3: Financiamiento para atender el déficit cuantitativo acumulado y el nuevo déficit por año
Fuente: Elaboración propia
Línea Prioritaria Renovación y Remodelación Urbana , este escenario supone por lo menos un 15% del monto del déficit Cuantitativo esto es US$26 millones al año.
Línea Prioritaria Vivienda de riesgo , se trata de una solución de emergencia para las familias que se encuentran en riesgo inminente se le asigna una cantidad inicial similar a la anterior, les decir US $26 millones al año componente.
Línea Prioritaria Vivienda rural , prácticamente no existen estudios sobre vivienda rural. Es preciso emprender esta tarea toda vez que si bien en cifras relativas las familias que viven en poblados pequeños son una minoría en la región, en términos cuantitativos las cifras son significativas tanto en número de viviendas como en número de viviendas en situación de vulnerabilidad frente a los eventos naturales.
Paul Maquet Makedonsky, AIH