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A Via Urbana

La Red Mediterránea de Habitantes

Soha BEN SLAMA

Soha BEN SLAMA

Soha BEN SLAMA, coordinadora de la Alianza Internacional de Habitantes en Túnez

La Red Mediterránea de Habitantes

La historia de la Red Mediterránea de Habitantes tiene sus orígenes en la primera Asamblea Mundial de los Habitantes , la cual coorganizamos durante el Foro Social Mundial (FSM) de Túnez en 2013 (con 517 signatarios), la primera Asamblea por el D erecho a la Vivienda Digna en Túnez en octubre del 2013 , y en la segunda Asamblea Mundial de Habitantes en 2015 . Estos tres acontecimientos clave movilizaron a diferentes socios de las dos  orillas de la cuenca del Mediterráneo. Un largo processo que comenzó con las organizaciones sociales en Túnez, Marruecos, Argelia, Francia, l’Unione Inquilini (Unión de Inquilinos) de Italia y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de España.

Tras el levantamiento popular de Túnez, las convulsiones políticas, ideológicas y de identidad, y las reivindicaciones sociales que también tuvieron lugar en los países vecinos de ambos lados del Mediterráneo; todavía queda mucho por hacer en temas sociales, especialmente para el derecho a la vivienda. La urbanización de los habitantes en situación de precariedad y los migrantes procedentes de zonas rurales y del África Subsahariana; la ausencia de políticas para hacer frente a emergencias, a corto y largo plazo; las consecuencias catastróficas sobre el precio del mercado inmobiliario; las condiciones de vida de la clase media y baja, y el avance de las construcciones ilegales afectan cada vez más a los países africanos de la cuenca del Mediterráneo.

Problemas comunes y respuestas solidarias de los habitantes a orillas del Mediterráneo

Lo que está claro es que la lógica capitalista según la cual las ciudades crecen a base de devorar zonas rurales y las riberas norte y sur del Mediterráneo, promueve la especulación, los mega-proyectos y el  acaparamiento de tierras, del agua y los recursos naturales destruyendo los ecosistemas que unen estos dos ambientes. De hecho, el discurso predominante considera que la urbanización es inevitable y que la industria agroalimentaria es la única forma de erradicar la pobreza y el hambre. Una de las reivindicaciones de la Asamblea Mundial de Habitantes, como alternativa a la propiedad privada, es la propiedad colectiva y el retorno a otras formas de uso y de gestión comunales tradicionales, así como el reconocimiento de la función social del hábitat como uno más justo, humano y duradero. En solidaridad con las luchas de las organizaciones de habitantes de ciudades y zonas rurales, ofrecemos una resistencia colectiva y exigimos que se ponga fin a cualquier criminalización de los movimientos sociales y de los activistas comprometidos con las luchas por el respeto y la aplicación de los derechos humanos: a la tierra, al agua, a la alimentación, a la vivienda y a la ciudad.

Todos estos elementos auspiciaron la organización en Túnez de la primera Asamblea por el Derecho a la Vivienda digna con  ocasión las Jornadas Mundiales Cero Desalojos, del 24 al 27 de octubre de 2013, que reunieron a un grupo de organizaciones, asociaciones y expertos en un comité directivo. Tres días de debate y de presentaciones sobre la situación del derecho a la vivienda en Túnez, de las políticas urbanas, de la fiscalidad y la deuda, entre otros temas, finalizaron con 13 recomendaciones , entre  las cuales se encontraba la propuesta de la constitucionalización del Derecho a la Vivienda digna, su exigibilidad ante los tribunales en la línea del PIDESC, la creación de observatorios regionales y locales para identificar el diagnóstico de los barrios, el número de sin techo, el número de viviendas públicas y privadas vacías, los fraudes inmobiliarios y su exigibilidad ante los tribunales. Estas propuestas, enunciadas por los participantes, expertos y publico, se presentaron ante la Asamblea Nacional Constituyente en ese entonces durante la redacción de la nueva Constitución.

Pero el Derecho a la Vivienda no ha sido incluido en la Constitución de 2014 y la incertidumbre jurídica continúa hasta el día de hoy. El Código de Ordenación Territorial, Urbanismo y Construcción (CATUC, por sus siglas en francés) difundido en el verano de 2015 y redactado por la Dirección General de Urbanismo, ya ha sido retirado por el gobierno debido a la gran cantidad de irregularidades que presentaba. No se ha acudido ni consultado ni a la Dirección General de Ordenación Territorial, ni a los profesionales de la ordenación y mucho menos a las asociaciones especializadas. También se ha ignorado a algunos departamentos ministeriales asociados con la ordenación territorial, como el Ministerio del Medio Ambiente y la Dirección General de Colectivos Locales, la cual, preparaba a pesar de todo un nuevo Código de Colectividades Locales  (CCL, por sus siglas en francés). Este código debía, entre otras cosas, integrar los artículos de la Constitución que consagran los principios de descentralización y de la nueva gobernanza de los territorios. Una vez terminado, este código tenía que promulgarse mediante una ley orgánica votada por la Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP, por sus siglas en francés). De esta forma debía constituir los cimientos de todas las leyes posteriores relativas a la gestión de los territorios locales y regionales, incluido el CATUC, cuya promulgación simplemente releva a una ley ordinaria. Por este motivo, el conjunto de participantes implicados rechazó la propuesta, como es lógico. Un CATUC que contradice los nuevos principios de gobernanza territorial y de descentralización inscritos actualmente en la Constitución de 2014.

Por otro lado, a pesar de la acumulación de deuda pública y de su aumento catastrófico, no hay ningún intento o voluntad política de buscar su anulación a cambio de políticas sociales y de vivienda adecuada para salir de la crisis. Cabe por tanto subrayar la propuesta de auditar la deuda pública acumulada, entre las recomendaciones, haciendo referencia a la batalla ganada por la AIH y respaldada por la Campaña Cero Desalojos, con la cual se consiguió anular la deuda que Kenia mantenía con el gobierno italiano . Esto liberó 44 millones de euros, de los cuales una parte se destinó a la reorganización y a la mejora de la barriada de Korogocho en Nairobi.

Las resistencias solidarias, portadoras del futuro responsable de las orillas del Mediterráneo

Teniendo en cuenta los problemas similares vividos por los habitantes a orillas del mar Mediterráneo, así como la existencia de una petición común de organizaciones sociales y de autoridades locales para hacer frente a estos problemas, hemos enfocado el compromiso de la AIH en el objetivo de favorecer los intercambios, la toma de palabra, la movilización solidaria internacional, aspectos fundamentales para tener un impacto en las políticas de vivienda y de la ciudad.

¿Por qué las organizaciones de habitantes se resisten al desarrollo ilimitado y sin control de las ciudades? ¿Y por qué trabajan a diario por territorios rurales y ciudades armónicas que respetan la diversidad y las culturas?

¿Acaso estas organizaciones se oponen al desarrollo? ¿O es para frenar el desarrollo ilimitado del sector urbano que provoca la migración de miles y cientos de miles de territorios rurales hacia la ciudad, y esto provoca un alojamiento incorrecto, desigualdades, una urbe que invade el entorno rural, una urbanización abusiva y la destrucción del medio ambiente?.

¿Por qué los organismos internacionales hacen un llamamiento repentino a la resiliencia? Cuando la resiliencia supone adaptarse a sus políticas y aceptarlas. Esta no es la solución.

Las organizaciones de habitantes basan sus principios y sus acciones, en primer lugar sobre el respeto a los derechos humanos y al medio ambiente, y ejercen su responsabilidad como habitantes, ciudadanos y gobernantes de nuestros territorios para asentar así las bases de mejores ciudades para los habitantes de las generaciones futuras.

La resiliencia no ofrece ninguna salida de la crisis, más bien, tiende a favorecer la repetición hasta la extenuación de los problemas mencionados.

Por este motivo apoyamos las resistencias al desarrollo sin límite del sector urbano y de las políticas que consideran a los habitantes como súbditos.

Estas resistencias subrayan la responsabilidad de los habitantes hacia estas generaciones y las futuras y, por lo tanto, no están en contra del progreso.

Para ser eficaces se debe implicar a todos los actores en el terreno; las organizaciones de habitantes, las ONG de apoyo y las redes internacionales con las autoridades locales. Este es un llamamiento que hacemos allá adónde vamos.

Bienvenidos a la Red Mediterránea de Habitantes, independiente y capaz de establecer alianzas con las autoridades locales, las universidades y los expertos progresistas de la región.

Una red que nace para la que reiteramos nuestra llamada: “¡No toques mi tierra, mi agua, mi casa ni mis activistxs! Por territorios rurales y ciudades armónicas que respeten sus diversidades y sus culturas”.


Os(As) seguintes Tradutores(as) Voluntários(as) pelo direito à moradia sem fronteiras da AIH colaboraram com a tradução deste texto:

Marina Gallego, Lucía Cés Capelli

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